Amarro mis manos al murmullo de la muerte
para salvarlas de las cenizas de las ostras.
Amanezco bajo la brisa de la parca
sollozando el destino de la pavura.
Cubro mi tez con el velo gris de los recuerdos
para no permanecer cautiva del mundo
del dolor, de mí misma.
Natalia Caram
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El dejarse llevar por el "murmullo de la muerte" implica un gran valor, el de captar con palabras lo inxpresable, el de seguir el viaje "bajo la brisa de la parca". Cada palabra tiene gran peso en tu poema donde "el velo gris de los recuerdos" tiene tanta vida como "el mundo del dolor". Un poema profundísimo, un viaje mitológico, con muchas lecturas.Saludos Irene Marks
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